Los trabajadores agrícolas migrantes padecen una variedad de problemas de salud debido a su arduo trabajo diario durante el cual se exponen a pesticidas tóxicos, y también a raíz de la extrema pobreza en la que viven.  Las precarias e insalubres condiciones de vivienda también contribuyen al estatus de salud de los migrantes y sus familias.

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Como carecen de seguro médico, muchas familias agrícolas no tienen acceso a tratamientos médicos para condiciones agudas o crónicas. Los niños de los trabajadores migrantes no suelen tener la oportunidad de ir al dentista y por lo tanto sufren graves problemas de salud, muchos de los cuales ponen en riesgo sus vidas.

Las clínicas de salud comunitarias y migrantes representan un salvavidas para muchos trabajadores agrícolas migrantes.

 

Promulgada el 25 de septiembre del 1962 por el Presidente John F. Kennedy, la Ley de Salud de Migrantes establece la autorización de la entrega de servicios primarios y suplementarios de salud a los trabajadores agrícolas migrantes. El Programa de Salud de Migrantes actualmente se financia a través de la Ley de Consolidación de Asistencia Médica de 1996 y lo administra la Oficina de Poblaciones Minoritarias y Especiales, la Agencia de Asistencia Médica Primaria, en la Administración de Recursos y Servicios de Salud, Departamento de Salud y Servicios Humanos.